Excelente para aplicar en todo en cuerpo y evitar la resequedad.

Colocar aceite regularmente en zonas con manchas ayuda a atenuarlas o incluso desvanecerlas.

Ayuda a sanar la piel después del afeitado sin obstruir los poros.

Mezclando aceite de coco con azúcar o sal marina se obtiene un maravilloso exfoliante. Se aplica y se enjuaga con agua tibia.

Aplicar debajo de los ojos reduce la hinchazón, bolsitas, ojeras y arrugas.

Con la ayuda de algodón resulta un excelente desmaquillante, que además de dejar la piel limpia la mantendrá hidratada.

Sólo basta colocar un poco de aceite en las manos y realizar el masaje.

Combinado con una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio resulta muy efectivo.

Usar una cantidad pequeña de aceite sobre el rostro antes del maquillaje elimina el efecto grasoso de la piel.

Funciona como lubricante íntimo, es completamente seguro y no provoca efectos secundarios.

Funciona para mejorar la apariencia de problemas de la piel como dermatitis, alergias o psoriasis.

Funciona como protector casero para cuidar la piel de los rayos UV.

Acelera el proceso de curación y disminuye la posibilidad de infección. Además usarlo periódicamente ayuda a mantener el pigmento en los colores.

Hacer masajes circulares sobre la piel ayuda a tratar la flacidez y fortalecer los tejidos.

Aplicarlo directamente en la quemadura alivia la picazón y acelera el proceso curativo.

Se debe aplicar inmediatamente en la zona afectada y continuar aplicando diariamente hasta que sane. Permite una curación más rápida y una mejor cicatrización.

Frotar un poco sobre los labios suaviza y protege, mejorando la apariencia de los labios.

Aplicar directamente sobre la herida mejora el proceso de curación y reduce la inflamación.

El aceite de coco es muy bueno para nutrir la piel dañada o con estrías. Y ayuda considerablemente a mejorar la calidad de la piel.

Funciona nutriendo los pezones agrietados y la piel reseca, aliviando el dolor que esto produce. Es ideal dejarlo actuar por varias horas.

Muy reconfortante para aliviar este problema en los niños y además es muy seguro y libre de químicos perjudiciales.

Si nota resequedad o pequeñas costras en el cráneo de su bebé, el aceite de coco no sólo va a nutrir la piel sino que ayuda a remover la costra láctea. Una cucharadita al día es suficiente.

Contiene una combinación única de ácidos grasos que aceleran el metabolismo y queman grasa.

Los ácidos grasos presentes en el aceite de coco ayudan a reducir el hambre y la ansiedad.

El aceite de coco penetra el tallo del cabello más allá de la cutícula, reparando y previniendo el daño desde el interior.

Coloque una generosa capa de aceite de coco en el cabello de medios a puntas, deje actuar por 30 minutos y aclare con shampoo y agua tibia.

En cabellos resecos es ideal colocar una pequeña cantidad en el cabello húmedo, después del baño para quitar enredos más fácilmente.

Masajee el cuero cabelludo con una pequeña cantidad de aceite de coco y deje actuar por 10 minutos. Controla la grasa y el cebo causante de caspa.

Ideal para mantener el cabello en su lugar o controlar el frizz.

Las propiedades del aceite de coco ayudan a la regeneración celular, permitiendo el crecimiento del cabello.

Aumenta el grosor de las pestañas generando una capa protectora sobre ellas que revierte su caída.

El consumo diario de aceite de coco enriquece la producción de leche.

El aceite de coco permite la absorción del calcio y magnesio, para el desarrollo de huesos y dientes.

El aroma del aceite de coco ayuda a calmar este malestar estomacal.

Las grasas saturadas de cadena media del aceite de coco ayudan a controlar los problemas que causan la digestión.

Permite quemar todas las calorías consumidas, permitiendo quemar grasa y aumentar músculo.

Las grasas saturadas de cadena media del aceite de coco también favorece la absorción de vitaminas, minerales y aminoácidos.

Con el aceite de coco se pueden preparar gran cantidad de recetas saludables llenas de nutrientes y beneficios.

Su consumo diario aumenta el colesterol bueno y reduce en niveles importantes el colesterol malo.

Una cucharadita diaria en ayunas mejora notablemente los síntomas de estreñimiento, limpiando el cuerpo del exceso de residuos.

Gracias a que acelera el metabolismo y ayuda a la digestión, revierte notablemente los gases estomacales y flatulencias.

Al poseer ácidos grasos de cadena media, estos van directo al hígado donde son convertidos en energía sostenida durante más tiempo.

Tiene propiedades bactericidas y antimicrobianas reduciendo la inflamación y favoreciendo la cicatrización.

El ácido laúrico trabaja como bactericida luchando contra bacterias y virus, permitiendo mejorar las defensas del organismo.

Gracias a sus múltiples propiedades actúa aumentando la fluidez de las membranas celulares.

El aceite de coco protege a la nariz de la sensibilidad causada por calor o frío extremo, previniendo sangrados.

Tomar una cucharadita después de la comida, especialmente después de comer alimentos irritantes o ácidos previene agruras y reflujo.

Realizar masajes circulares en la cabeza, el cuello o la sien, puede aliviar la fatiga mental y reducir los niveles de estrés.

Una dieta rica en aceite de coco protege contra la resistencia a la insulina en músculo y grasa, principal causante de diabetes tipo II.

Los ácidos grasos de cadena media aportan al aceite de coco propiedades antifungicas y antabacterianas, combatiendo virus, bacterias, parásitos y hongos.

El aceite de coco es un antibiótico y aséptico natural que destruye las bacterias que causan las caries.

Los ácidos grasos del aceite coco se encargan de matar los hongos de manera natural, además alivia el ardor y la comezón.

Una gota de aceite de coco en el ojo irritado, enrojecido o que presente picazón, bastará para aliviar los síntomas de manera segura.

Mejor que cualquier bálsamo labial, el aceite de coco hidrata los labios de manera natural devolviéndoles la suavidad.

Colocar aceite de coco en la piel con queloides y cicatrices profundas 2 veces al día mejorará poco a poco su aspecto.

Los ácidos grasos presentes en el aceite de coco son agentes bactericidas y antimicrobianos  que favorecen la desinfección y proceso de curación de las heridas.

El aceite de coco favorece la absorción del calcio, por lo tanto consumirlo tras una quebradura puede ayudar a una recuperación más rápida del hueso.

Tanto en su consumo como la aplicación directa por vía tópica, alivia el prurito, la inflamación y la duración de la enfermedad.

Al aplicarlo sobre heridas y rasguños, el aceite de coco forma una capa fina que protege del polvo, las bacterias y los virus, mejorando la cicatrización.

Realizar gárgaras de agua tibia con aceite de coco ayudará a disminuir el dolor y ardor de garganta a la vez que combate las bacterias causantes de infección.

El consumo diario de 4 cucharadas de aceite de coco le proporciona al organismo una importante cantidad de ácido acrílico, el cual tiene un fuerte efecto antibacteriano.

Frotar suavemente la zona de la cirugía, acelera el tiempo de cicatrización y previene la infección.

Frotar un poco de aceite de coco en cada fosa nasal antes de dormir, reducirá la inflamación en las membranas de la mucosa deteniendo los ronquidos.

Al ser una fuente estupenda de grasa saturada rica en ácido láurico, ha demostrado efectos positivos en los niveles de estrógenos, siendo ideal consumirlo durante la menopausia.

En casos de alergias nasales como la rinitis, es recomendable frotar las fosas nasales con aceite coco. Este desinflama y alivia la congestión.

Las propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias del aceite permiten tratar  las llagas o aftas bucales mediante la aplicación directa, logrando su curación en pocos días.

Los ácidos grasos contenidos en este aceite producen cuerpos cetónicos en el hígado, que son utilizados por el cerebro como fuente de energía en los casos de pacientes con enfermedades degenerativas.

Al ser rico en grasas saturadas naturales, incrementa el colesterol bueno y reduce el colesterol malo, principal causante de la hipertensión.

Actúa como antibiótico natural, destruyendo la capa grasa de las bacterias, acabando inmediatamente con ellas.

Permite al organismo asimilar mejor las vitaminas liposolubles, el calcio y el magnesio, además aumenta la salud bacteriana reduciendo los síntomas de la colitis.

Los altos niveles de antioxidantes presentes en el aceite de coco funcionan como analgésico, reducen la inflamación y favorecen la curación de enfermedades articulares.

Sus ácidos grasos de cadena media mejoran los problemas de memoria, ya que éstos se absorben mejor permitiéndole al cerebro acceder a ellos y utilizarlos como energía.

Sustituir aceite o mantequilla por aceite de coco reduce la carga de trabajo del páncreas ya que es más fácil de digerir.

Los antioxidantes presentes en el aceite de coco combaten el estrés oxidativo y los radicales libres, además incrementan la absorción del calcio, aumentando la masa ósea.

Los ácidos grasos del aceite de coco ayudan a balancear los niveles de insulina, eliminando el estrés del páncreas y mejorando su función y con ella la diabetes tipo II.

Los ácidos cáprico y laúrico son tratamientos muy efectivos contra hongos y levaduras, solamente sustituyendo los granos y el azúcar por aceite de coco.

El principal ingrediente de los batidos proteícos son los ácidos grasos de cadena media, presentes en el aceite de coco. Favorecen la recuperación y fortalecimiento muscular.

Mezclar aceite de coco con bicarbonato de sodio es un excelente sustituto de la pasta dental tradicional, porque además de blanquear los dientes, limpia y desinfecta la boca.

Frotar con aceite de coco el pecho y la nariz congestionada, puede aliviar resfriados o alergias.

El aceite de coco es hidratante por excelencia además tiene efecto calmante y ayuda a regenerar la piel tras las quemaduras solares.

En esos momentos donde se necesita un golpe de energía, mezcle una cucharada de aceite de coco con una cucharada de semillas de chía.

Funciona igual o mejor que los tratamientos intensivos nocturnos. Aplicar 1 vez a la semana en el rostro y dejarlo toda la noche te traerá sorprendentes resultados.

Dar un suave masaje en la cúticula ayuda a suavizarla, manteniendo manos y pies hermosos e hidratados todos los días.

Es una manera natural y muy segura de eliminarlos. Mezclar aceite de coco con vinagre de manzana y aplicar directamente sobre el cuero cabelludo.

Ayuda a mantener la hidratación en la piel y a eliminar las celular muertas, fortaleciendo los tejidos que se encuentran debajo de la epidermis.

El aceite de coco facilita la prevención de las enfermedades del riñón y la vesícula biliar. También ayuda a disolver los cálculos renales.

Los talones duros y agrietados son incómodos y exponen la piel a un riesgo mayor de infección. Suavice y huméctelos con una dosis regular de aceite de coco.

Aplicar una pequeña cantidad de aceite de coco en pómulos, arco de cúpido (labios) y encima de las cejas, rejuvenece el rostro dándole una hermosa apariencia.

Por su acción antioxidante previene la propagación de células cancerígenas, el envejecimiento prematuro y mejora el sistema inmune.

Suprime la inflamación y la reparación de los tejidos. Excelente en casos de contusiones o traumatismos.

Antioxidante por excelencia, protege al organismo del daño causado por los radicales libres, frenando el envejecimiento celular y el estrés oxidativo.

Los ácidos grasos presentes en el aceite de coco tienen propiedades antimicrobianas extraordinarias. Protegiendo al organismo de infecciones.

Puede ayudar a combatir infecciones intestinales protozoarias en los intestinos como la giardasis, además de proteger la flora intestinal.

El ácido cáprico junto con el ácido laúrico, presentes en el aceite de coco combaten parásitos como tenias o incluso piojos.

Mejora la absorción de nutrientes de fácil digestión, proporcionando mayores reservas de vitaminas y minerales al organismo, mejorando las defensas.